Sociedad
El botulismo es una enfermedad transmitida por alimentos (ETA) causada por una neurotoxina producida por el bacilo Clostridium botulinum, bacteria que se encuentra presente en el suelo y en el agua, resiste las altas temperaturas y se desarrolla en ausencia de oxígeno, como ocurre principalmente en el caso de las conservas.
17 de febrero de 2025
El
botulismo
es una enfermedad
transmitida por alimentos (ETA) causada por una neurotoxina
producida por el bacilo Clostridium botulinum, bacteria que se encuentra presente en el suelo y en el
agua, resiste las altas
temperaturas y se desarrolla en ausencia de oxígeno, como ocurre
principalmente en el caso de las conservas.
Los
alimentos más expuestos
a la bacteria son aquellos envasados y esterilizados por técnicas deficientes:
principalmente de origen vegetal, como morrones,
espárragos, palmitos, aceites saborizados; y de origen animal,
como los embutidos secos.
También se deben considerar aquellos productos mixtos, con mezcla de origen
vegetal y animal, que generalmente son preparados como escabeches con un ph final no adecuado,
lo que permite el desarrollo y producción de toxinas del bacilo Clostridium
botulinum.
En
general, los alimentos
implicados en brotes de la enfermedad tienen nutrientes suficientes para
permitir el desarrollo del Clostridium botulinum, cuya bacteria
es un habitante normal de la tierra que está diseminada ampliamente en la
naturaleza y cuenta con factores que hacen que el microorganismo sea muy
resistente a las altas temperaturas, la baja humedad, al secado e incluso a
tratamientos de conservación que otras bacterias no resistirían.
Por
eso, los alimentos que enferman son aquellos donde ocurrió el desarrollo de la
bacteria por falta de higiene, manejo inadecuado de la temperatura de
elaboración y conservación o uso inadecuado de otros factores -como la
acidificación, entre otros-. Ante ello, el Senasa recuerda que, al momento de ingerir alimentos, se
deben tener en cuenta los siguientes aspectos y recomendaciones para prevenir
el botulismo:
-No
consumir conservas de origen desconocido o sin etiquetas: siempre deben
visualizar el número de habilitación del producto y del establecimiento elaborador
-Registro Nacional de Establecimientos (RNE) y Registro Nacional de Productos
Alimenticios (RNPA)-, la dirección del elaborador, la denominación de venta del
producto de la mercadería, la fecha de producción y vencimiento, el lote, la
clase de producto y el peso, como sucede con los productos registrados de
establecimientos habilitados por el Senasa.
-Lavar
con agua potable las frutas y los vegetales que consumirán: en especial
aquellos que por sus irregularidades sean más difíciles de higienizar. Tener
presente que los microorganismos se vehiculizan con tierra o polvo.
-Evitar
dar miel a los niños menores de un año: el botulismo del lactante es una
enfermedad potencialmente mortal que afecta a los niños de este grupo etario y
resulta de la ingestión de la espora de la bacteria Clostridium botulinum a
través de la miel.
-No
ingerir alimentos contenidos en latas que presenten abombamientos o tapas
hinchadas (descartar sin remover la tapa); expulsión de gas al abrir los
recipientes; turbiedad no habitual de líquidos; abolladuras o contenido atípico
en consistencia (por ejemplo, con burbujas o espuma).
Para
prevenir el botulismo es clave incorporar estos hábitos y consumir alimentos
inocuos que atraviesan los procesos de fiscalización del Senasa relacionados con
su elaboración.
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