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Tiene 97 años, acaba de terminar la escuela y manda un mensaje a la juventud: "Tienen todas las oportunidades y no las saben aprovechar"

Rosa Assieu nació en 1926 en la ciudad de La Plata. Es del Pincha y toda su vida trabajó de modista y costurera. Acaba de terminar el secundario.

27 de enero de 2025

Rosa Assieu nació en 1926 en la ciudad de La Plata. Es fanática del Pincha y toda su vida trabajó de modista y costurera de vestidos de novia. El último vestido de novia lo hizo a sus 80 años.

Su madre falleció a los 11 años y con 5 hermanos tuvo que dejar la escuela. Impulsadas por sus hijas, en diciembre pasado finalizó el secundario. Recibió su diploma en un acto en el Pasaje Dardo Rocha junto a otros egresados de la modalidad de Jóvenes, Adultos y Adultos Mayores de la Dirección General de Cultura y Educación.

ROSA ASSIEU:

-¡Felicitaciones Rosa! ¿Cómo fue eso?

Y con un poco de empeño. Siempre me gustó estudiar, cosa que no pude en el momento en que tendría que haber hecho la primaria, mucho menos la secundaria. Y bueno, se me dio la oportunidad y mi hija me insistió. "Tenés que hacerlo, mami" y vino la pandemia, ahí cortamos, después terminé el primario. Y me entusiasmé para el secundario, cosa que me gustó mucho, y lo hice. Así, como si nada...

-Sí, como si nada...

Porque me encantó, sé mucho porque siempre he sido muy lectora, leo de todo, pero me gustó muchas cosas, muchas cosas muy interesantes. Y teníamos un trimestre de seis materias y otro trimestre de otras seis, que eran las doce, correspondía al último año, pero todos los tres años fueron nacidos en materia.

-¿Cuántos años tenías cuando volviste a estudiar?

Y la primaria la tenía, terminé con, cuando vino la pandemia, en el 20. Sí, un año dejamos pasar por la pandemia y al año siguiente empezamos.

-De grande decidiste terminar, imagino el esfuerzo o no lo sentiste tanto...

No, no fue esfuerzo...

-¿Te gustó? ¿Lo disfrutaste?

Lo hice tranquila, porque tengo los jueves una persona que me acompaña estaba y ya nos habían dicho que a esta altura eran pocos los libros que podía encontrar, que lo podía buscar por internet y ella fue mi acompañante que me ayudó mucho para hacerlo para completarlo...

La historia de Rosa

-Vamos a volver al tiempo atrás. Tu historia: naciste en La Plata. ¿Por qué no pudiste estudiar?

Porque teniendo yo 11 años murió mi mamá... Mi mamá de su primer matrimonio tenía dos hijos y dos hermanos más chicos tenía yo. Yo tenía 11, el otro 9 y el otro 7. Y cuando falta la madre, cambia mucho la situación. Y entonces mi papá me llevó a vivir con una hermana de mi tía que tenía 65 años, y yo tenía 11 años.

-Y fue difícil.

Claro. Y fui hasta tercer grado, terminé tercer grado, cuando tenía que ir al cuarto, no se podía porque había venido la gente de la Guerra e hizo que no terminara porque prestaban atención para esa gente que estaba más necesitada para aprender. Entonces me mandó a aprender a coser y fui a aprender a coser para hacerme algo para mí, pero me entusiasmó tanto la costura que cosí el último vestido de novia a los 80 años...

-¡Increíble!

No pasó tanto tiempo del último vestido, cosí casi hasta los 90. Cosía para afuera porque me encantaba, pero me encantaba coser tengo todavía la suerte que las que fueron clientas siguen siendo amigas mías que quedan pocas porque ya son todas muy mayores...

-Decís que siempre te gustó leer...

Sí, si yo empiezo el diario de atrás para adelante o de adelante para atrás. Te leo todo lo que sea noticia, si me interesa hasta te leo la guerra de Rusia, te leo de Alemania, el Papa todo me interesa, todo me gusta saber.

-¿Alguien te dijo lo importante de leer? ¿O vos sola?

No, yo con 12 años estando con mi tía, papel que agarraba era para leerlo, leerlo, leerlo y siempre... Siempre. Y tuve la suerte que siempre me sirvió mucho para expresarme y mucho para saber escribir sin faltas de ortografía. Es fundamental. Porque algo que detesto son las faltas de ortografía. Nos ponemos nerviosas con la falta de ortografía. Ahora me corrige mi hija. O me dice "Mami, te olvidaste de los acentos".

-Bueno, pero pasaron tantos años. ¿En qué escuela hiciste el primario?

Cuando yo hice el primario era la escuela Dardo Rocha diagonal 78 y 58 que es ahí mismo el normal 2, era de mujeres solas. Después cuando se puso secundaria eran mujeres. Y ahora después con el tiempo ya entraron varones también.

-Y cuando volviste a estudiar, tu hija, por ejemplo, o tu sobrina, ¿se sorprendieron? ¿Te dijeron mami, estás loca?

No. Me alentaron. Tenes que hacerlo mami. Hacelo, hacelo y hacelo. Y bueno, y una vez que me metí ya me gustó y seguí, seguí.

Mirando al futuro

-¿Te gusta la filosofía?

Sí, me gustó mucho.

-¿Vas a estudiar filosofía o ya paramos ahora? Descansamos un poco...

¿Sabés que tengo un contratiempo? Tengo los ojitos medio gastaditos, tengo problemas de la vista. Vamos a ver, algo voy a hacer.

-¿Qué te gusta de la filosofía?

Porque nunca había estudiado eso y me pareció tan interesante. Y nos dieron mucho sobre filosofía. Bastantes deberes teníamos, muchos deberes. En relación con otras materias.

-¿Te gusta? ¿Te interesa?

Sí, me interesa, sí. Muy interesante. Me gustó todo, te digo, porque lo de política también me gustó mucho. Las cuentas me costaron, porque es muy distinto a lo que yo aprendí. Pero bueno, después las entendí. Y hasta te digo que me gustó el inglés.

-¡Ah! Sí. ¿Y sabías inglés? ¿De antes sabías inglés?

No, nada, en absoluto.

-¿Y ahora sabes?

Y ahora tenía que contestar siete preguntas en inglés. El año pasado también las tuve y ahora este año tuve. Pero este año con una trampita era el asunto que tenías que darlo escrito y oral.. Ahí está el problema. Entonces vino mi sobrina, me lo hizo estudiar, me lo escribió bien como se pronuncia, le dimos hasta que salió y ahí lo grabamos y lo mandamos a la profesora.

-Es impresionante...

Sí, sí. Tuve la suerte que para que te pongan un 9 en inglés.

-Y ahora que ya terminaste el secundario, ¿qué planes tenés?

Me siento contenta, porque me sentí muy alabada por el hecho de ir al Pasaje Dardo Rocha, donde te dan el diploma, entre tanta gente que era multitud, gente joven, que también les dije, que aprovechan la oportunidad que tienen para seguir estudiando, que por lo menos el secundario. Porque se te abren muchos caminos después, pero era muy lindo, después en la escuela también lo pasamos muy lindo, entregaron el otro diploma. Después mi hija me hizo una fiestita en casa, que también rodeada de toda la gente que tengo de amistades.

-Vos lo naturalizas, pero es mucho esfuerzo culminar el secundario a los 97 años...Y es lindo el mensaje.

Para mí no fue esfuerzo... Y yo al momento tenía que hacer los deberes y ponía mucho entusiasmo. Creo q lo que le falta a la juventud es poner un poco de fuerza, de entusiasmo por llegar a hacer algo porque ellos tienen una vida todavía por delante.

-¿A quién le querías dedicar, o si tuvieras que pensar ahora, el título? ¿A quién se lo dedicarías?

Por sobre todas las cosas a mi hija que estaba muy en contacto y a todos los que me rodearon y me ayudaron tanto y me pusieron porque nadie me obligaba yo lo hacía con mucha voluntad. Nunca dije no hago esto. Yo llegaba y enseguida me ponía a hacer los deberes. Y ya el sábado y domingo estaba tranquila, me entretengo con otras cosas.

-Perseverancia, constancia...

Esa es la palabra, perseverancia, sí, sí. Las exigencias mías no eran tantas tampoco. Si un día decía no, no sigo más, ya está. Pero no me resultó difícil. No te digo que, si tendría que empezar ahora lo haría de nuevo, no sé. Tendría que pensarlo. Pero lo que ya hice, ya está hecho.

-Hay mucha gente que quiere terminar el colegio. ¿Ves eso?

Hay mucha gente que quiere terminar, que quiere, no importa la edad, no importa qué te dediques, estudian, lo ves. Porque ahí te enseñan oficios también, carreras cortas, terminan el secundario y pueden seguir en alguna otra cosa. Así que bueno, yo lo único que les dije cuando me dieron el título, les digo, traten de aprovechar todo lo que se ofrecen para poder hacerlo. Cuando yo era chica no había esas oportunidades ni colegios nocturnos para secundario era la primaria nada más.

"Los jóvenes tienen todas las facilidades y no las saben aprovechar"

-¿Tenés nietos?

Tengo un solo nieto, hijo de Eva y una nietita de ocho años. Mi nieto se llama Juan Elías y la chiquita se llama Amparito.

-¿Y Juan Elías cuántos años tiene?

32 años. Pero no quiso seguir estudiando. Es comerciante.

-¿Y cómo ves a los jóvenes hoy?

Creo que con todas las facilidades que se les ofrecen, no las saben aprovechar. Están las facultades para la noche, si trabajan todo el día, tienen mucho, les ofrecen, pero no, creo que no lo saben aprovechar. Tal vez se den cuenta cuando vengan más grandes, pero ahora tienen muchas facilidades de edad. Esas escuelas nocturnas, las facultades a la noche, cosas que antes no existían.

-¿Se puede a cualquier edad uno puede estudiar?

Sí. Sin duda. Yo creo que sí si hoy tuviese la edad que corresponde como para estudiar yo hubiese estudiado medicina...

-¿Te gusta medicina?

Sí, sí, me gusta mucho bueno, pero son carreras muy son largas.

-Te veo con mucha energía. Muy bien de la cabeza.

Sí, eso es lo que gracias a Dios me ayuda. Tengo mucha memoria. Me doy cuenta de que la estoy perdiendo un poco, pero bueno. Pero igual tengo mucha, mucha memoria.

-Transmitís mucho, con tu ejemplo para todos los grandes y chicos...

Yo les diría que traten de ser algo en la vida, porque si vos lees y aprendés, vas a escribir bien. Que aprendan algo, porque si no el mundo te lleva por delante y es muy triste no hacer nada. Hay que aprovechar las oportunidades, que hagan un sacrificio para estudiar, para hacer algo en la vida, que si no se van a arrepentir cuando pasen los años, es importante que traten de hacer algo en la vida porque si no tenés una cierta preparación no sos nada y el mundo te lleva por delante.

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